A punto de acostarme.
De meterme en la cama y esperar a que pase la noche.
Soñar con el día de mañana,
y fantasear con los que le siguen.
Me apetecía escribir, simplemente.
No tengo mucho que decir, la verdad.
Sólo quería sentir que las palabras volvían a fluir de mi cabeza/corazón, hasta las puntas de mis dedos, teniendo contacto directo con las teclas de mi ordenador, que son las que mandan estos pensamientos a que sean reflejados en la pantalla, y de ahí, vuelta a mis ojos...
Días raros, como ellos solos.
Hace mucho tiempo que no siento caer una lágrima.
Más de lo normal en mí.
Sabiendo a lo que me refiero, me siento hasta BIEN.
Creo que eso, en cierto modo, es hasta bueno.
Pero, por otro lado...
Me perturbas.
No tú... La situación.
Te quiero demasiado como para verte así.
Ojala pudiese estar contigo más tiempo del que puedo...
Te echo mucho de menos.
Y pensar, que va a llegar el día, en el que ya no te tenga a mi lado...
Eso, eso sí que me hace llorar.
Y llorar demasiado.
No quiero pensar en el momento en el que SÍ QUE LLORE por no tenerte.
No eres muy consciente, pero soy muy feliz cuando te tengo a mi lado.
Simplemente, cuando veo tu sonrisa al verme, ya haces que el día haya merecido la pena.
Me encantaría que fueras más consciente de las cosas...
Pero mucho me temo que nada va a volver a ser como antes.
Me siento bastante mal, y las cosas a mi alrededor no van lo suficientemente bien, como para que esto me llegue a alegrar del todo.
Me encantaría que todo cogiera ya su cauce, y me salieran las cosas MÁS DECENTEMENTE; pero, por ahora, a sonreírle a la vida...
Algo hay por ahí, que me alegra.
Pero, no me alegra del todo.
Cómo me gustaría que estuvieras aquí, ahora mismo, ayudándome a escribir esto solamente como tú sabes hacerlo.
Por lo menos, hay momentos en mi vida, que me ayudan a no pensar en nada. Sólo me río, lo paso bien, y me olvido de todas las penas.
De meterme en la cama y esperar a que pase la noche.
Soñar con el día de mañana,
y fantasear con los que le siguen.
Me apetecía escribir, simplemente.
No tengo mucho que decir, la verdad.
Sólo quería sentir que las palabras volvían a fluir de mi cabeza/corazón, hasta las puntas de mis dedos, teniendo contacto directo con las teclas de mi ordenador, que son las que mandan estos pensamientos a que sean reflejados en la pantalla, y de ahí, vuelta a mis ojos...
Días raros, como ellos solos.
Hace mucho tiempo que no siento caer una lágrima.
Más de lo normal en mí.
Sabiendo a lo que me refiero, me siento hasta BIEN.
Creo que eso, en cierto modo, es hasta bueno.
Pero, por otro lado...
Me perturbas.
No tú... La situación.
Te quiero demasiado como para verte así.
Ojala pudiese estar contigo más tiempo del que puedo...
Te echo mucho de menos.
Y pensar, que va a llegar el día, en el que ya no te tenga a mi lado...
Eso, eso sí que me hace llorar.
Y llorar demasiado.
No quiero pensar en el momento en el que SÍ QUE LLORE por no tenerte.
No eres muy consciente, pero soy muy feliz cuando te tengo a mi lado.
Simplemente, cuando veo tu sonrisa al verme, ya haces que el día haya merecido la pena.
Me encantaría que fueras más consciente de las cosas...
Pero mucho me temo que nada va a volver a ser como antes.
Me siento bastante mal, y las cosas a mi alrededor no van lo suficientemente bien, como para que esto me llegue a alegrar del todo.
Me encantaría que todo cogiera ya su cauce, y me salieran las cosas MÁS DECENTEMENTE; pero, por ahora, a sonreírle a la vida...
Algo hay por ahí, que me alegra.
Pero, no me alegra del todo.
Cómo me gustaría que estuvieras aquí, ahora mismo, ayudándome a escribir esto solamente como tú sabes hacerlo.
Por lo menos, hay momentos en mi vida, que me ayudan a no pensar en nada. Sólo me río, lo paso bien, y me olvido de todas las penas.
Un gran grupo dijo un día:
[...] pero tiene tantas penas, que apenas puede reír...[...]
(lo de antes, lo omito...)
FE-LI-CI-DAD ¿quién eres?
No he creído nunca en ti.
Dame una razón para que empiece a creer en ella.
Comentarios
Publicar un comentario