La misma de siempre

No puedo parar de llorar...
No sé por qué.

No puedo hacer que dejen de caer las lágrimas
que empapan el rostro triste que tengo dibujado.

¿Por qué no puedo aprender a separar todo lo que me pasa para que
la bola no se haga tan grande que no puedo con ella ni yo misma?


Sigo siendo LA MISMA TONTA DE SIEMPRE.
Y cada día que pasa, me doy más cuenta de ello.

No aprendo.
No maduro.
Sigo siendo ingénua.
Sigo siendo... UNA CRÍA.

Yo me veo así.
Es lo que tiene mirarse al espejo del desprecio.

Cuando te miras con otros ojos,
todo parece mejorar.
Cuando miras a la realidad,
parece que todo se va a la mierda.

Sentimientos ocultos...
Están saliendo.
Ahora, cuando menos los quiero.
Ahora, se apoderan de mí.



Sí, puede ser una entrada pesimista,
pero, simplemente, es una entrada BIOGRÁFICA.

(Ya no sé que más decir... Demasiado personal se está volviendo todo.)

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