¿Sabéis? Hasta las personas más fuertes pueden llegar a un momento en el que flojean, en el que ya no pueden más y sienten que todo está en su contra; que todo puede con ellos. Sí, así me siento yo ahora mismo: hundida, quemada, agobiada, por los suelos, superada por la situación...
Vale, sí, puede suponer, todo esto, una contradicción a todo lo que escribía hace unos meses, o unas semanas, pero... repito: todos caemos en un momento u otro. Ya he llegado a un punto en el que la situación me está empezando a superar, ya sea por una cosa u otra, me siento un poco más vulnerable de lo normal; más vulnerable que antes.
Sigo siendo la misma de siempre, más madura, eso sí, pero un poco hundida. 20 años son los que tengo, y en ocasiones me hacen sentir como si no llegará ni a la adolescencia. Parece que no se dan cuenta de que a mis 20 años soy más madura que muchas otras personas de mi alrededor; por lo que me siento mejor tanto conmigo misma, como con la situación, pero momentos de decaida son los que me hacen llorar, y replantearme si lo que estoy haciendo, lo estoy haciendo bien.
Nadie puede saber cierto lo que está bien o lo que está mal; pero cada uno tiene que mirar por si mismos y ver que es lo que está bien para sí mismo y lo que no. Debemos luchar por lo que nosotros queremos, o deseamos conseguir. Demasiadas cosas son las que ahora mismo yo quiero conseguir, pero siendo realistas... Difícil es poco.
Caes, te levantas; recaes, te levantas de nuevo; te vuelves a caer, y ya te cuesta mucho más levantarte; pero cuando te pasa tantas veces llegas un punto en el que ya no te caes, en el que puedes permanecer en pie por ti misma pese a cualquier circunstancia. También hay personas que directamente, de tantas repeticiones, ya no saben levantarse. Permanecen en el suelo por mucha ayuda que obtienen.
Yo he permanecido muchos años en el suelo, sin poder levantar ni cabeza. Por demasiado he pasado, y aquí estoy, en pie, imponiéndome a cualquier situación que se me ponga por delante. Claro está, que no puedo con todas a la primera, que me cuestan muchas y otras no tanto, pero puedo intentarlo, eso no me va a pasar nada.
Tengo a mucha gente a mi alrededor, y eso es el principal motivo por el que lucho día a día.
Ya llevo un tiempo PENSANDO POR Y PARA MÍ MISMA, y me siento muy orgullosa de haberlo conseguido.
No ha empezado con buen pie el día...
No pienso arreglarlo.
Seguirá su curso.
Verás la realidad.
No sabes cuánto te comprendo, los bajones no tienen nada que ver con ser maduro o inmaduro, y nadie te va a reprochar que los tengas, menos aún yo! Pero lo importante como tú dices es que, aunque te caigas, te vuelvas a levantar... Además caerse es buena señal, porque significa que has intentado algo o que has avanzado. En ese sentido te envidio, es una de tus mejores virtudes :) (A ver si se me pega algo... :P)
ResponderEliminar