Largos días de invierno

Ya han pasado esos días que gran parte de los sajeños esperamos con ansia.
Pero este año ha sido todo diferente, raro, triste...
Sí, triste es la palabra.

Pese a que han sido días para olvidar, no creo que vaya a ser posible.
Dicen que el tiempo todo lo cura. Lo dejaremos pasar. Espero que no se olvide de nosotros.

Mirando el pasado, me doy cuenta que soy afortunada.
Afortunada de tener a gente maravillosa a mi lado.
Personas que me cuidan en la distancia; que me demuestran con solo una palabra lo importante que pueda llegar a ser para ellos.


Al abrir los ojos, sientes un deseo irremediable de abrazar a esa persona que has tenido toda la vida a tu lado, pero por culpa de varios factores, la distancia y la lejanía se hicieron presentes. A ti, que hemos compartido momentos de todos los gustos y colores, gracias por seguir cediéndome momentos inolvidables.

Hay momentos que esos mismos factores que hacen que te separes de las personas que te quieren, se ponen de tu parte y llega a tus días un trío de personas que jamás creerías que su existencia fuera posible. Tres grandes personas que hacen tu vida más fácil: risas, llantos, abrazos, escapadas, confidencias, charlas interminables... Hay quien los llama "Mejores amigos", eso, en mi caso, se queda corto.

En otros momento, te sorprende y deja entrar a personas que también, sorprenden.
Risas, gracias, carcajadas, todo en cuestión de horas. ¿Cómo puede ser que en solo unas horas esa persona se gane un hueco en tu vida? Yo misma me respondo: porque hace falta más gente así en el mundo. Descubrimiento del 2017. Hermanados.

Cuando lloras, cuando la tristeza vence a la felicidad, se echa en falta un pilar que te ayude a levantar la mirada y seguir hacia delante. Soy afortunada. -Pero, ¿estás segura?

Han sido 5 días duros, que gracias a vosotros, se hicieron más llevaderos.

Volviendo la vista atrás, sólo me queda decir GRACIAS.

Amigos, hermanos, amores.